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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINHace ya tiempo que la globalización llegó a la moda, y no sólo en términos de fábrica, también de diseño y estilo. En eso tiene mucho que ver el primer grupo textil del mundo: Inditex. El imperio fundado por Amancio Ortega "Zara" ha conseguido que se detecten pocas diferencias indumentaria si a día de hoy, uno se pasea por una de las principales calles del mundo.
"Son las mismas tendencias para el hemisferio norte y el hemisferio sur. No hay diseños específicos entre uno u otro, lo que sí cambian son las telas para adaptarse a los factores climáticos, estacionales. Mientras que aquí, comenzaríamos una etapa de telas más frescas, para Argentina estaríamos pensando ya en lanas", explican fuentes de la compañía. Y el núcleo de decisión, dónde se estudia y crea para la temporada, se encuentra en España, aunque sí hay pequeños equipos locales que “hacen de puente y enlazan con la central”, como en Argentina y Brasil.
Se diseña y fabrica al ritmo de las ventas
Eso sí, existe un margen en el que cada tienda se ´adapta´ al gusto de la localidad. Uno de los principales ingredientes de éxito, es ese: la capacidad de adaptación gracias a un sistema logístico extremadamente flexible. “Se diseña y fabrica al mismo tiempo que crecen las ventas”, aseguran en uno de sus centros de distribución.
“A las tiendas llegan dos tipos de pedidos: las novedades y lo que llamamos la consolidación de producción (las prendas que se han agotado y quieren reponer). Así, se manda poca producción de novedades, y vemos la respuesta”.
Las tendencias las marcan los compradores
Los ´country manager´, que están en contacto constante con la central son los que transmiten la evolución de los pedidos, la acogida que va teniendo. “Así, esta primavera hay varias tendencias, los estampados de flores; el blanco y negro; los colores rosados”, pero al final, es el gusto de los compradores el que consolidará unos u otros. El otro detalle importante, además de la rapidez de reacción, es que se distribuye a todas las tiendas dos veces a la semana. Inmediatamente antes y después del fin de semana. Sería los lunes y jueves; o los martes y viernes.
La maquinaria que permite una renovación continua en las 6.300 tiendas de Inditex está perfectamente engrasada. Comienza en una de las plantas de logística de la multinacional, que siempre va dedicada a una marca concreta. Después, a lo sumo, se trata de un baile en cuatro tiempos desde que la prenda se fabrica, hasta que aterriza en nuestras manos:
Recepción de la ropa colgada y de la ropa doblada en el muelle de carga. La ropa de Inditex se divide en dos grandes grupos, la doblada que va en cajas; y la colgada, en perchas. Así, en el proceso logístico se hacen dos procesos de distribución paralelos que al final se volverán a juntar con la expedición. Una prenda puede llegar a permanecer apenas unas horas en el centro de distribución al que ha llegado desde la fábrica. “Como mucho dos o tres días, y raramente diez o doce días”, aseguran en Inditex.
Stock de prenda doblada y stock de prenda colgada: silos automatizados. Dentro de las cajas el orden es por producto, color y talla. Algo así como, una caja de camisetas verdes de la talla 36.
Reparto de prenda doblada por el carrusel y reparto de prenda colgada. Gracias a la informática se tienen en cuenta todos los pedidos de cada tienda. Los operarios sacan de las cajas la mercancía, y le asignan una etiqueta a cada una. Esa etiqueta es la que ‘dirige’ el destino final de la prenda. “Casan prenda con pedido”. Hay una ruta de distribución, y cada tienda tiene una bandeja de pedidos distinta, de forma que la prenda termina por aterrizar en esa bandeja.
Expedición al mundo. Desde la bandeja de pedido, se inicia el transporte a la tienda. El transporte es terrestre para Europa, y tarda un máximo 36 horas. El transporte aéreo es para el resto del mundo; y dura 48 horas como máximo.
1.000 empleos y 200 camiones semanales en la planta de Meco
Así es como se trabaja en la planta de Meco, cerca de Madrid. Desde allí, partieron 190 millones de productos. Son 200 camiones de mercancía semanales. Tiene la exclusividad de toda la ropa de niños de Zara, para todo el mundo, y también se ocupa de productos de Zara Home. Lleva funcionando desde 2007 y emplea a unas 1000 personas.
Pronto, estará funcionando también en Madrid, la planta de Cabanillas.Una de sus dos grandes naves se dedicará a otra marca, Pull& Bear y complementar el Centro de distribución de Narón. Comenzará por emplear a entre 200 y 250 personas, “aunque en un futuro podrían llegar a ser entre 450 y 500 personas trabajando”. Un punto más que añadir a las cifras de Inditex, que el año pasado, y sólo en España creó 800 empleos directos.
Fuente: Lainformacion
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